Felicidad: se puede detectar a través de expresiones faciales, como sonrisas, o mediante el análisis del tono de voz y el lenguaje utilizado.
Tristeza: se puede identificar mediante el análisis de expresiones faciales, como ceño fruncido o lágrimas, y también a través del tono de voz y el lenguaje utilizado.
Ira: se puede detectar mediante el análisis de expresiones faciales, como ceño fruncido o mirada intensa, y también a través del tono de voz y el lenguaje utilizado.
Miedo: se puede identificar mediante el análisis de expresiones faciales, como ojos abiertos y boca abierta, y también a través del tono de voz y el lenguaje utilizado.
Sorpresa: se puede detectar mediante el análisis de expresiones faciales, como cejas levantadas y boca abierta, y también a través del tono de voz y el lenguaje utilizado.
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