El PWM (Modulación por Ancho de Pulso, por sus siglas en inglés) es una técnica utilizada en electrónica y telecomunicaciones para controlar la cantidad de energía entregada a un dispositivo o componente eléctrico. Consiste en variar el ancho de una señal de pulso periódico, manteniendo constante su periodo.
En un sistema PWM, se generan pulsos con una duración determinada en un intervalo de tiempo fijo, llamado periodo. El ancho de estos pulsos se modula para controlar la cantidad de tiempo durante el cual la señal está en estado alto (encendido) y en estado bajo (apagado). Al variar el ancho del pulso, se puede controlar la cantidad promedio de energía entregada al dispositivo o componente durante un periodo de tiempo dado.
El PWM es ampliamente utilizado en aplicaciones como el control de velocidad de motores eléctricos, el control de intensidad luminosa en sistemas de iluminación LED, el control de voltaje en fuentes de alimentación conmutadas y muchas otras aplicaciones en las que se requiere un control preciso de la energía entregada.
Al variar rápidamente el ancho de los pulsos, se puede lograr una salida promedio proporcional a la señal de entrada. Esto permite un control fino y eficiente de la energía entregada, ya que se puede regular la cantidad de energía suministrada sin necesidad de utilizar resistencias o potenciómetros que disipen energía en forma de calor, lo cual puede ser ineficiente en términos energéticos.
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