El cigüeñal es una parte fundamental del sistema de un motor de combustión interna en un vehículo.
Su función principal es convertir el movimiento lineal alternativo del pistón en un movimiento rotativo que impulsa el giro del motor.
Veamos más a fondo cómo funciona:
Ubicación:
El cigüeñal se encuentra en la parte inferior del bloque del motor y se extiende a lo largo de su longitud.
Está conectado a los pistones a través de las bielas.
Estructura:
El cigüeñal es un eje robusto con varios brazos radiales.
Está diseñado de tal manera que estos brazos o muñones están espaciados uniformemente a lo largo del eje.
Cada muñón está conectado a una biela.
Conexión con los pistones:
Cada pistón está conectado al cigüeñal a través de una biela.
Cuando el pistón se desplaza hacia arriba y abajo en el cilindro durante el ciclo de combustión, la biela transfiere este movimiento al muñón correspondiente del cigüeñal.
Ciclo de combustión:
Durante el ciclo de combustión, el pistón se mueve hacia arriba y hacia abajo.
En el punto más alto, la mezcla de aire y combustible se enciende mediante la chispa de la bujía, creando una explosión que empuja el pistón hacia abajo.
En este momento, la biela transmite la fuerza al muñón del cigüeñal.
Movimiento rotativo:
Gracias a la disposición de los muñones en el cigüeñal, el movimiento lineal alternativo de los pistones se convierte en un movimiento rotativo.
Cuando un pistón se mueve hacia arriba, otro pistón se está moviendo hacia abajo, asegurando que el cigüeñal gire de manera continua.
Equilibrio y contrapesos:
Dado que el movimiento de los pistones genera fuerzas que podrían desequilibrar el motor, el cigüeñal suele tener contrapesos que ayudan a mantener un giro suave y equilibrado.
En resumen, el cigüeñal es esencial para la operación de un motor de combustión interna al convertir el movimiento alternativo de los pistones en un movimiento rotativo que impulsa el funcionamiento del motor y, en última instancia, el movimiento del vehículo.
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