Robots repartidores de Amazon y FedEx nos dice que aún no estamos listos

La reciente cancelación de los robots repartidores de Amazon y FedEx pone de manifiesto que los planes de las compañías no siempre van de la mano con su modo de publicitarlos. Un vistazo a cómo avanzan este tipo de proyectos y sus problemas de implementación y escalabilidad.
La idea de contar con robots repartidores que lleguen de forma autónoma hasta nuestra casa y nos entreguen paquetes o las compras del supermercado, no disgusta a nadie. En los papeles, no debe existir una alternativa más lógica y perfecta para quienes prefieren optimizar el tiempo sin tener que salir de su casa para determinados quehaceres. Pero lo que ha ocurrido en las últimas semanas con Amazon y FedEx ha demostrado que esta propuesta, por bien intencionada que sea, todavía está muy verde y no aporta un valor agregado real a la experiencia de los clientes. Y mucho de ello tiene que ver con cómo las empresas intentan promocionar un cambio de vida que todavía no está ahí.

El pasado 7 de octubre, Amazon anunció la cancelación de Scout, su robot repartidor. Menos de cuatro años después de su presentación en sociedad, en enero de 2019, la firma dirigida por Andy Jassy condenó al dispositivo al ostracismo. Y si bien aseguró continuar trabajando en el desarrollo de vehículos autónomos, los planes inmediatos no incluyen avanzar con los repartos de última milla utilizando el pequeño robot que se desplazaba por las aceras.
"Durante nuestra prueba de campo limitada de Scout, trabajamos para crear una experiencia de entrega única. Pero aprendimos a través de los comentarios que había aspectos del programa que no satisfacían las necesidades de los clientes", aseguró una portavoz de Amazon.

Ese mismo 7 de octubre, FedEx también anunció que daba de baja a Roxo, un robot repartidor básicamente idéntico a Scout, de Amazon. Robotics 24/7 publicó la noticia original, aunque pasó prácticamente desapercibida durante varios días hasta que, en las últimas horas, The Verge se hizo eco de la misma.

Al igual que Amazon, el courier estadounidense había lanzado su proyecto en 2019, con pruebas limitadas en Estados Unidos. Aunque, a diferencia del gigante del comercio electrónico, ya había comenzado con su (lenta) expansión internacional. En los últimos tiempos, el dispositivo estaba siendo probado en Japón y Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, los esfuerzos tras Roxo se quedaron cortos para las pretensiones del programa DRIVE, de FedEx. Así lo aseguró Sriram Krishnasamy, vicepresidente ejecutivo y director de transformación de la compañía: "Aunque la robótica y la automatización son pilares clave de nuestra estrategia de innovación, Roxo no cumplió con los requisitos de valor necesarios a corto plazo para DRIVE".

En junio de este año, los robots repartidores de Amazon seguían operando en esos mismos lugares. En un artículo sobre cómo estaban trabajando con las comunidades para construir el futuro de Scout, la compañía mencionó que el vehículo había sido "recibido con entusiasmo", pero no mucho más. Nunca se manifestó abiertamente cuántas unidades llegaron a operar, ni qué cantidad de paquetes fueron realmente entregados, o cuántos clientes pudieron sacar provecho de esta iniciativa.

El caso de Roxo —también conocido como SameDay Bot— ha mostrado varios paralelismos con su contraparte de Amazon. Aunque el robot repartidor de FedEx no solo pretendía instalarse como una alternativa autónoma para el reparto de correspondencia, sino también para terceros. En su anuncio, la compañía afirmó que firmas como Walmart, Target y Pizza Hut, entre otras, planeaban adoptarlo en sus repartos de última milla.

Sin embargo, es evidente que el tiempo ha pasado y no ha logrado concretar mucho (o nada) de lo que se prometía. Esa es la lectura más importante que se desprende del incumplimiento de los "requisitos de valor necesarios a corto plazo" que plantea la compañía. Más allá de que el courier no reniega de lo aprendido durante estos cuatro años de trabajo en el proyecto. "Si bien estamos finalizando los esfuerzos de investigación y desarrollo, Roxo cumplió un propósito valioso: avanzar rápidamente en nuestra comprensión y uso de la tecnología robótica", indicó Krishnasamy.

Ojo, que Amazon y FedEx hayan fracasado con sus robots repartidores no significa que otros jugadores del mercado estén condenados a lo mismo. Sin embargo, afrontan desafíos similares. Cyan Robotycs, por ejemplo, ha desarrollado un vehículo autónomo llamado Coco que promete realizar entregas de comida en 15 minutos o menos. Y si bien ha visto un creciente interés a lo largo de este año, sus operaciones aún están muy limitadas. El dispositivo solo está disponible en Los Ángeles, California, y en Austin y Houston, Texas.


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