En el marco del Global Student Prize, el joven Igor Klymenko, de tan sólo 17 años, ha sido proclamado ganador, con un suculento premio de 100.000 dólares, gracias al desarrollo de un dron capaz de detectar minas terrestres. La organización asegura, en el comunicado emitido con motivo del certamen, que Igor ha sido premiado debido al impacto real que su invento tendrá en la sociedad. Igor ha sido seleccionado ganador entre un total de 7.000 nominaciones, repartidas en 150 países, en la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York.
Esta no es la primera vez que conocemos una innovación en el sector de los drones, que ha despegado en la última década, tal y como ya te hemos mostrado anteriormente en Urban Tecno, con la noticia que te invitaba a conocer al avispón negro, un mini dron con el que los ucranianos espían a las tropas rusas.
El caso de Igor es realmente especial, dado que tuvo que trasladarse a un sótano al comienzo de la invasión rusa, donde pudo completar sus estudios y, al mismo tiempo, acabar de dar forma al proyecto del dron detector de minas, en que llevaba trabajando 8 años. Esta no ha sido la única manera en que Igor ha ayudado a sus vecinos ucranianos, ya que también ha ofrecido clases online de matemáticas y física, además de realizar un voluntariado en Ukrainian Global Scholars, una ONG dedicada a fomentar el ingreso de estudiantes ucranianos en las mejores universidades del mundo.
El proyecto por el que ha sido galardonado Igor tiene por nombre Quadcopter Mines Detector y ya cuenta con dos patentes en el país. A pesar de que el dispositivo aún se encuentra en una fase de pruebas, el joven inventor ya tiene en mente las siguientes características a implementar en el dron. Por un lado, quiere incluir algún tipo de pintura que sea capaz de marcar el punto exacto donde se encuentran las minas, mientras que por otro lado, quiere utilizar la IA para identificar el tipo de mina y, de esta manera, poder establecer el mejor plan para eliminarla de forma segura.
El desarrollo del producto final ha sido posible a través de la participación de distintas organizaciones, entre las que se incluye a la Ukrainian Future Business Incubator, una entidad encargada de dar forma a proyectos empresariales. Dan Rosensweig, presidente de Chegg, afirma en el comunicado que:
Enhorabuena a Igor. En tiempos de crisis, necesitamos innovación y resiliencia para ayudar a soportar adversidades inimaginables, y el compromiso de Igor para atajar el problema global de las minas terrestres es realmente inspirador. Es el justo vencedor del Global Student Prize de Chegg.org de este año.
Ahora, más que nunca, estudiantes como Igor merecen que sus historias sean contadas y que sus voces sean escuchadas. Después de todo, necesitamos utilizar sus sueños, sus ideas y su creatividad para atajar los retos urgentes y desalentadores que asolan nuestro mundo.
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