La conexión de estos dos dispositivos permite medir campos magnéticos y transformarlos en señales eléctricas que el microcontrolador puede procesar.
El efecto Hall es un fenómeno físico que ocurre cuando un campo magnético atraviesa un material conductor, generando un voltaje proporcional a la intensidad del campo.
El ESP32, gracias a su capacidad de procesamiento, conectividad Wi-Fi/Bluetooth y múltiples entradas analógicas y digitales, es ideal para proyectos que requieren la lectura de este tipo de sensores.
Al integrar un módulo de efecto Hall, se pueden desarrollar aplicaciones como:
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Detección de posición y proximidad.
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Contadores de revoluciones en motores.
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Medición de velocidad en ruedas o ventiladores.
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Sistemas de seguridad y control de acceso.
La conexión suele realizarse de manera sencilla: el sensor requiere alimentación (3.3V o 5V según el módulo), tierra (GND) y una salida de señal que se conecta a un pin digital o analógico del ESP32.
En conjunto, esta integración ofrece una solución práctica para proyectos de electrónica, robótica y automatización, aprovechando la versatilidad del ESP32 y la sensibilidad del sensor de efecto Hall.
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